Los esfuerzos de la Fiscalía y la Policía para aclarar el atentado en contra de Miguel Uribe Turbay conducen en un solo camino: encontrar a Elder José Arteaga Hernández, conocido con los alias del Costeño y Chipi.

Los testimonios de los cuatro capturados hasta el momento y las pruebas que recolectadas por las autoridades dejan en evidencia que este sujeto fue quien se encargó de planear el ataque en el barrio Modelia, en Bogotá. Por esto, él puede ser la pieza clave que revele los autores intelectuales del hecho.

Una de las cosas que más llamó la atención es que el Costeño tenía varias barberías, que utilizaba como fachada para, al parecer, cometer ilícitos y pasar desapercibido. Una de las personas que conoció a Arteaga y que asistió a las barberías habló con La FM y reveló nuevos detalles de este sujeto, quien se convirtió en el más buscado en todo el país.

“Yo iba a peluquearme allá porque había varios peluqueros y hacían cortes bonitos, pero antes de la pandemia vi unos movimientos todos raros y vi droga”, comentó.

El ciudadano explicó que en una oportunidad las autoridades realizaron un allanamiento del local, después de esto decidió no volver.

“Él, antes de la pandemia, tenía de todo, como tres peluquerías. Él salía a caminar por todo el barrio y todo el mundo lo conocía, entonces todos están asombrados con eso que pasó”, señaló.

El testigo aseguró que todos los residentes del barrio quieren que Arteaga Hernández sea capturado lo más rápido posible. De hecho, fue más allá y explicó qué era lo que ocurría al interior de uno de los establecimientos.

“Uno estaba ahí peluqueándose y le pegaba el olor a marihuana. Un día, antes de la pandemia, estábamos como cuatro o cinco turnos, lo que pasa es que ahí había buenos peluqueros, entonces estábamos ahí y llegaron unas motos, pasaron unos paquetes y se metieron por allá”, contó.

En ese momento, según dijo, alias el Costeño y otro peluquero se metieron a un cuarto y a los pocos minutos salieron con la ‘nariz soplada’. “Yo me paré de ahí y ni más”, concluyó.

Al parecer, las investigaciones apuntan a que el sospechoso estaba metido de lleno en el microtráfico, algo que queda en evidencia con este testimonio.

De hecho, esto se conectaría con lo que el sicario de 14 años dijo en el momento de la captura. Esa vez, el adolescente afirmó que la orden se la había dado el ‘man de la olla’.

Por el momento, la Fiscalía y la Policía intentan encontrar pistas o indicios que los lleven a ubicar a alias el Costeño, que puede ser la pieza que falta para reconstruir por completo el rompecabezas del atentado contra Miguel Uribe Turbay.